15 ene 2015
¿Con el amor y la paz o a sangre y fuego?
13 ene 2015
De San Bartolomé a Charlie Hebdo
Matanza de la noche de S. Bartomé |
Uno puede pensar que
la radicalización islamista que está dando lugar a episodios de terrorismo en
Europa tiene una explicación relativamente simple. En el caso de los que
atentaron contra Charlie Hebdo eran emigrantes de segunda generación y de
nacionalidad francesa, lo que pone un punto de perplejidad en el observador.
Sin embargo podemos elucubrar sobre la marginación que vive en Francia (en
Europa) este sector, al que se unen los problemas de identidad en individuos
que se encuentran en la frontera entre la cultura de origen y la de acogida sin
que puedan identificarse plenamente con ninguna de las dos. Marginación y
problemas de identidad son factores importantes que quizás los empujen a una
ansiosa identificación con versiones integristas de su cultura originaria. Mucho
más si existe la percepción de una confrontación de civilizaciones que
arrancaría de la colonización y se habría perpetuado y agravado con la relación
desigual (de explotación) entre occidente y el resto del mundo. Poco importa que
esta visión arranque del espejismo simplificador con que se ha ocultado la
inhumanidad explotadora del capitalismo moderno, porque lo que aparece a simple
vista se nos antoja siempre incuestionable.
6 ene 2015
Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible
Pongámoslo en pasado: lo que no pudo ser no pudo ser y
además fue imposible. Propongo que este extraordinario aserto, debido a la
sabiduría popular aunque su autoría no sea anónima ‒según parece es de Guerrita
que también dijo: “cada uno es cada uno”‒, sea grabado en los frontispicios de
aquellos recintos en donde se estudia, se enseña, se hace o se manipula la
historia de alguna forma. Las ciencias físicas han alcanzado un envidiable
grado de respetabilidad que ya quisieran para sí las ciencias sociales o las
humanidades, y es que en éstas todo el mundo mete mano según se le antoja; no
disponemos de unos grandes principios incontrovertibles, algo así como las
leyes de la termodinámica, que pongan freno a la algarabía. En lo que se
refiere a la historia quizás sería bastante con respetar la que he tomado
prestada de aquel torero filósofo ‒sorprende lo que la torería ha aportado a la
historia del pensamiento, aparte de a la historia del arte… de matar‒. En
nuestros días y fuera del ruedo quizás sólo Rajoy es capaz de pensamientos de
semejante altura, o profundidad, según se prefiera: “Lo que hay que hacer es lo
que hay que hacer”. Enrojecería Kant viendo los centenares de páginas que tuvo
que emborronar para llegar a su ‘imperativo categórico’, que al lado de éste,
nacido del volkgeist1 gallego, no tiene color, como puede constatar
cualquier analista desapasionado.
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