26 may 2016

Generaciones

Antes los partidos solían tener secciones juveniles: Juventudes Socialistas, J. Comunistas, Nuevas Generaciones… Eran útiles para templar sólidos dirigentes, hacer tareas poco estimulantes (pegar carteles) y tironear del partido siempre hacia sus esencias porque, en realidad, eran los únicos que lo tenían clarísimo. Ahora los jóvenes simplemente se han ido a otros partidos en los que abundan los de su quinta: Podemos, Ciudadanos… No estaría mal que estos ahora organizaran unas ‘senectudes’ (si se decidieran sugiero como muñidor en la de Podemos a J. Anguita), ya que de vez en cuando les gusta mostrar algún pureta en los mítines y porque siempre viene bien un puntito de nostalgia y niebla en los ojos ante tanta ‘mirada clara y lejos’(1). A las generaciones nuevas, seguramente porque les cuesta abandonar la casa paterna, no les mola nada compartir con sus progenitores la casa partidaria. Las encuestas son transparentes, el divorcio político entre generaciones parece incuestionable.

20 may 2016

Políticos y economistas

La economía desconcierta e irrita a un santo. Uno ve a los físicos disentir sobre determinados problemas, pero poco a poco se van comprobando o rechazando las tesis en discusión hasta que al final todo el mundo acepta los nuevos parámetros y ya, salvo los tontos, nadie discrepa. En economía pasa al revés cuestiones comprobadas ayer dejan de ser válidas para mañana y, por supuesto, los expertos nunca dejan de discrepar radicalmente de modo que para uno el otro es simplemente un imbécil, si es que no un sinvergüenza, aunque ambos puedan exhibir sendos nobel.

16 may 2016

Neurociencia y política

El progreso de las neurociencias es imparable, ya está a punto de nieve la neuropolítica. Cuanto más aprendemos de conexiones neuronales más sabemos de política. Que la derecha pepera tenga un suelo irrompible en torno a los siete millones o que la izquierda comunista lo sitúe en menos del millón  sólo se explica porque ese mogollón de ciudadanos tienen firmes valores en uno u otro ámbito de la conciencia; o sea, que su complejo emocional ha consolidado un sistema de conexiones neuronales que, en última instancia y pase lo que pase ‒corrupción, ineficacia, irracionalidad…‒dirigirá su mano hacia la papeleta de siempre. Un entramado de valores o de emociones que se ha ido urdiendo desde la infancia a golpe de bioquímica, interacción con el medio e impulsos eléctricos.

12 may 2016

El TTIP

La batalla por el libre comercio viene librándose desde el siglo XVIII. Desde entonces ha sido bandera para unos y aberración para otros, sin que, hasta el momento, parezca que hayamos resuelto el dilema. Que alabemos los logros del libre comercio dentro de la UE y en cambio saquemos uñas y dientes ante el TTIP (Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones), aún en fase de discusión, es materia digna de estudio porque muestra hasta qué punto el tema está impregnado de pasión ideológica. Toda la energía movilizadora antisistema, todos los recursos intelectuales antiglobalización se están trasladando a este objetivo.

8 may 2016

¿Democracia directa?

La democracia directa ha sido siempre, al menos desde tiempos de Rousseau, una utopía política que se inspiraba en la democracia ateniense, aunque se obviara que el derecho de ciudadanía se lo reservaba allí un escaso 20% de la población. La mayor objeción que se le ha opuesto al sistema es que en los estados modernos se presenta una imposibilidad técnica por el volumen de la población y la extensión de los territorios. De hecho, argumento tan contundente devaluaba cualquier otro en contra. Sin embargo, la historia del sufragio y, por tanto de la democracia, está llena de barreras y de cautelas encaminadas a filtrar, a frenar la voluntad espontánea de los ciudadanos, de las que el sistema representativo es sólo una parte.

2 may 2016

Eficiencia e igualdad


Todo apunta a que igualdad social y eficiencia económica son valores inversamente proporcionales. A mayor igualdad menor eficiencia y viceversa. La ciencia económica parece no tener dudas al respecto, aunque haya muchos que pongan en duda que tal disciplina sea una ciencia y que los supuestos científicos que la practican se pongan alguna vez de acuerdo en algo. Pero, hagamos la gracia al lector de pasar por alto tan aviesas críticas. La cuestión no sería pues intentar la cuadratura del círculo luchando por la eficiencia y la igualdad simultáneamente y con igual intensidad, lo que sólo nos llevaría a la melancolía, sino optar por una o por otra como objetivo prioritario.