Cuando
en la época escolar estudiábamos las leyes de la palanca se nos recordaba que
Arquímedes había dicho al respecto: «Dadme un punto de apoyo y moveré el Mundo».
Lamentablemente en la escuela no se estudiaban los fundamentos de la economía y
el dinero, no menos fascinantes, así que nadie pudo contarnos que Rothschild,
eminente banquero, había declarado: «Dadme el control del dinero y ya no importará
quién haga las leyes»
Por otra parte, sin duda conocéis
lo que es una estafa piramidal. Podría definirse como un proceso en el que las
ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al
dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores que entran por
el señuelo de obtener grandes beneficios. El sistema sólo funciona mientras
haya nuevas inversiones. Fue conocido
como esquema Ponzi por el nombre de un inmigrante Italiano que lo hizo famoso
en USA en los años 20 tras una monumental estafa. El sistema monetario actual
depende en su mantenimiento del crecimiento indefinido de la deuda; es decir,
que funciona como un esquema Ponzi.
Al contrario de lo que la gente suele creer el
dinero no lo crean los gobiernos o los bancos centrales, sino casi por completo
la banca privada (según un reciente informe del FMI un 95%). Los bancos otorgan
créditos basándose en los depósitos que realizan sus clientes. Si yo deposito
mil euros el banco podrá prestarlos a quien lo solicite que, a su vez, los
utilizará quizás para hacer una o varias compras, cuyo producto podrá refluir
de nuevo al banco. Nada impide que éste inicie de nuevo el ciclo, con lo cual
los mil euros iniciales se habrán convertido, por arte de birlibirloque, en
tres o cuatro mil. La cadena se multiplica así hasta el infinito en un proceso
en el que se va creando dinero y del que sus titulares pueden disponer en
teoría, pero que si todos decidieran hacerlo al mismo tiempo el banco quebraría
porque no dispone de las reservas suficientes. Para evitar este crecimiento de
vértigo se inventó el encaje bancario, que es un porcentaje que el banco ha de
reservar por cada depósito. Dependiendo de su cuantía el dinero se podrá
multiplicar sólo por 10, 20, 30, etc., pero no hasta el infinito. Algo es algo.
Como el dinero abunda porque se
crea incesantemente su precio es bajo (el interés que se paga por los créditos),
lo que favorece el apalancamiento, según el expresivo término utilizado por los
economistas para expresar un endeudamiento al que se recurre para hacer más
rentables los recursos propios (los bancos españoles, por
ejemplo, dieron sin empacho y con garbo, dinero prestado a raudales con dinero prestado). El resultado es un crecimiento desmesurado de
la deuda. Lo mismo que con los depósitos, si se decidiera liquidar toda la deuda
existente sería imposible. El sistema colapsaría. La cosa se parece a aquella
maldición que decía: mal dolor te dé que cuando más corras más te duela y
cuando pares te mueras. Para pagar la deuda hay que endeudarse más. En esas estamos.
Así pues la transferencia al
mercado financiero de las leyes de la palanca ha venido por una parte a cumplir
el sueño de Rothschild (ya da igual quién gobierne) y por otra a construir un
gigantesco timo piramidal que estamos pagando y seguiremos haciéndolo hasta la
extenuación.
Mezclar la física con las
finanzas fue una mala experiencia.
2 comentarios:
Artículo muy bien desarrollado.
Mark de Zabaleta
Muy didáctico.
Un saludo
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