Cultura es un término
con varias acepciones. Una de ellas nos permite entenderla como el conjunto de
creencias, modos de vida y valores de un pueblo, de una época, en fin, de un
grupo humano. A veces ese acervo puede ser percibido desde afuera como
incultura, en el sentido de falta de conocimientos y estrechez de miras que
dificultan un pensamiento crítico, racional, libre.
Lo
insoportable que hoy nos parece la violencia de género constituye el caso
típico de una práctica nacida de una cultura que agoniza a la que observamos
desde nuevos valores y creencias. Como ambos fenómenos, la violencia y el
escándalo que produce, se generan en la misma sociedad, entre contemporáneos,
cabe deducir que conviven valores y creencias contrapuestos, que los nuevos no
acaban de sustituir a los antiguos y por eso el conflicto se manifiesta entre individuos
o en el seno de la conciencia de cada uno.