Esta segunda legislatura Rajoy parece que se va a estrenar con otro sonado
rescate, esta vez las autopistas.
Justo aquellas ocho que diseñara Aznar y su equipo (Cascos en Fomento), las
radiales que iban a servir a un super Madrid del siglo XXI, o XXII, y a una España de anticipación que se retrasa
a todas luces. Las empresas que se las quedaron ni se preocuparon de estudiar
su viabilidad porque el gobierno les firmó que si la cosa no marchaba se las
quedaba él. Y en esas estamos, la cosa no marchó y ahora nos las tragamos
pagando el socavón financiero (¿5.000 millones?) que han generado. ¡Tres hurras
a Rajoy el rescatador y a todos los que hicieron posible este pufo desde Aznar
a Rajoy con sus respectivos ministros responsables de la cosa!
18 dic 2016
12 dic 2016
El rector copión
No es un secreto ni existe siquiera una duda razonable sobre
la penuria de la enseñanza en nuestro país. Casi podríamos decir que de lo único
que no carece es de problemas; un diagnóstico para el que no hay excepciones en
ninguno de sus niveles, de preescolar a los estudios de postgrado.
Recientemente la evaluación PISA ha vuelto a darnos una colleja a propósito de la secundaria.
Las polémicas que suscita esta situación han venido salvando hasta ahora el
quehacer de los profesionales que casi siempre se libran ante la opinión
pública de la responsabilidad de los malos resultados en las evaluaciones
externas, del abandono escolar y de otros males. Pero justo entonces salta el
escándalo del rector copión, un personaje que ha labrado buena parte de su
currículum académico, según clarísimos indicios, a golpe de plagio sobre
colegas, doctorandos y hasta un rabino; de lo cual se desprende que es hombre ecuánime que trata a todo el
mundo por igual, no seamos sólo negativos. La Universidad Rey Juan Carlos
lo había sentado en el sillón rectoral y
según parece va a costar descabalgarlo, si es que se consigue. En realidad en el ambiente universitario el caso no ha producido gran
escándalo, salvo entre los perjudicados, porque aprovecharse del trabajo de
otros es práctica común, por las peculiaridades del medio, y no precisamente entre alumnos.
7 dic 2016
A mí me vale
Hace tres años a propósito de la ya casi eterna polémica
sobre la Constitución, su viabilidad o la necesidad de reformarla escribí un
texto, como casi todos los años por estas fechas, que transcribo ahora, ya que hoy sigue representando
lo que pienso sobre la cuestión. Para estar más a tono con el tema tratado le hice algún retoque. Decía así:
A mí me vale
la Constitución.
Parece que debiéramos olvidarnos de la Transición, de la monarquía, de las
autonomías, del Senado, de las provincias, etc. Hay quienes optan por transformar o prescindir de alguna de estas instituciones, agregar alguna cuestión y corregir
lo que pueda parecer obsoleto de lo escrito en el 78, pero otros prefieren
sacar tarjeta roja a la Transición en bloque y hacer tabla rasa. En España lo
que mola es la tabla rasa. Precisamente el desprestigio actual de la Transición
le viene de que por primera vez en nuestra historia no sólo no se hizo tabla
rasa sino que incluso presumió de ello.
1 dic 2016
Las últimas utopías
El siglo XX comenzó con la gran oportunidad de la utopía
comunista (1917), definitivamente derrumbada a principios de los noventa, y ha
terminado con la muerte de Fidel Castro,
símbolo de la utopía caribeña que vivió con respiración asistida desde la
crisis de los misiles y en franca agonía desde los 90 —la revolución viajaba
del septentrión al trópico pero prendiendo con credibilidad sólo en la
periferia del sistema—. Únicamente la supervivencia del Comandante permitía,
por el valor de los símbolos, considerarla viva aún. Los comunismos asiáticos
son zombis que mueven a temor y a risa, como es propio de estas fantásticas criaturas,
pero nadie en su sano juicio los vería como portadores de una promesa
liberadora e igualitaria.
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