1 jun 2011

Real Academia de la Historia ¡una, grande, libre!

Parece, como más de uno se temía, que la Real Academia de la Historia (RAH), para muchos un templo de la ciencia, encierra entre sus muros un nido de franquistas, que, alentados por la progresiva derechización de la sociedad han decidido manifestarse sin tapujos para dar testimonio de su fe, como está ocurriendo en tantos lugares, institucionales o privados. Y como tantas veces ocurre, haciendo uso fraudulento de fondos públicos, ya que han sustituido conocimiento científico por doctrina en una obra subvencionada: el Diccionario Biográfico Español, muestra vergonzosa de su actividad, el último monumento al dictador y a su régimen.
La manipulación de la historia está a la orden del día. En realidad nunca dejó de estarlo, lo he puesto de manifiesto en más de una ocasión. Cuando en el S. XIX el estado asumió como propia la tarea de la enseñanza, arrebatándosela a la iglesia, la regló e introdujo la Historia en el currículo, con la finalidad confesada de estimular el sentimiento patrio; así pues, su tratamiento científico pasaba sin ambages a un lugar subsidiario, desplazado por el objetivo de formar conciencias nacionales. En todas partes ocurrió lo mismo, y una legión de historiadores se afanaron en rastrear y poner al día, vistiéndolos con ropajes científicos, a los más diversos mitos fundacionales, difundiéndolos en las aulas. Obnubilados por la ideología nacionalista, dudosos conceptos pedagógicos y una, hoy obsoleta, idea de la historia, construyeron un relato con pretensiones científicas que se incrustó en las instituciones académicas y estatales, donde, atrincherado, ofrece hoy dura resistencia a la crítica modernizadora. En España, el fenómeno sigue reproduciéndose estimulado, subvencionado y asumido programáticamente por las administraciones autonómicas, algunas de las cuales, con el concurso de historiadores (¿?) entusiastas y el dinero público, han creado ya relatos nacionales propios (reutilizando mitos ancestrales o novedosos) que han arraigado sólidamente y que las nuevas generaciones han asumido como la verdad revelada. El engendro seudocientífico publicado por la RAH habría que inscribirlo en la reacción del nacionalismo españolista, en su variante franquista, contra el periférico. Esta no es mi guerra, unos y otros forman parte de mis pesadillas, no de mis sueños.
El progreso de la ciencia no ha sido sino una lucha continuada por desprenderse de seudoconocimientos, extraídos del pensamiento mágico u obtenidos con simulaciones del método científico, de los que paulatinamente ha ido independizándose (la astronomía de la astrología, la química de la alquimia, la filosofía de la teología…). Hoy, los sentimientos encontrados de prestigio y trivialización de la ciencia han permitido que unos y otros convivan confundiéndose en la mente de muchos. Mario Bunge, filósofo argentino, ha elaborado una relación de lo que denomina pseudociencias, desenmascarando con tino sus pretensiones científicas, y advierte que «La propia ciencia puede convertirse en pseudociencia si se aleja de su objetivo de avanzar de forma limpia, para convertirse en una ciencia mercenaria, en busca de resultados interesados y malvados». Justamente lo que con tanta frecuencia le ocurre a la historia y en el caso que nos ocupa es manifiesto.
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NOTA: la ilustración que utilizo forma parte de la portada del libro de Mario BUNGE “Las pseudociencias ¡vaya timo!” de Ed. Laetoli, 2010.

6 comentarios:

Juliana Luisa dijo...

¿Te refieres a la ciencia o a la tecnociencia? La tecnociencia es la que realizan empresas transnacionales a quienes no les preocupa el bienestar de las personas, sino ganar dinero cuanto más mejor. Las empresas investigan sólo en aquello que puede aumentar su volumen de negocio. Hay que distinguir entre inteligencia y sabiduría; en la tecnociencia está ausente la sabiduría. Por eso en las sociedades democráticas el ciudadano debe estar educado en materias científicas.

Mark de Zabaleta dijo...

"Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa" (schopenhauer)
La Real Academia de la Historia parece reescribir la historia que le interesa....

Saludos
mark de Zabaleta

jaramos.g dijo...

Aparte de ti, me han llegado valoraciones negativas de esa obra procedentes de otras fuentes. Un tiempo, un dinero y una ocasión perdida, ¿no? Salud(os).

emilio dijo...

Estoy siguiendo con interés esta polémica. Me hubiera gustado disponer de tiempo para haber publicado algo sobre el tema, pero habrá que esperar a mañana.
Allí veras, Arcadio, que aunque nuestros enfoques y términos empleados son diferentes, el fondo (el nido de franquistas) es compartido. Un abrazo: emilio

Arcadio R.C. dijo...

JULIANA L. Naturalmente me refiero a la ciencia, y en un sentido muy amplio. Algunos podrían alegar, no faltos po completo de razón, que a la historia no le cuadra ese calificativo.Saludos.

MARK. Buena observación. La tuya y la de Schopenhahuer.Saludos.

JARAMOS. Y un dinero perdido, que en estos tiempos no estamos para dispendios.Saludos.

EMILIO. Leido tu artículo. TYe he dejado un comentario en él. Saludos

Manuel Reyes Camacho dijo...

Cuando oí la noticia me dió una especie de ataque de rabia, pero luego comprendí que esto no es más que otro cuadro del Museo Español de las Infamias. Este podríamos colgarlo junto al linchamiento de Garzón por el Supremo. Por cierto que hay que felicitarte porque has tratado el tema con una moderación exquisita. Yo no hubiera sido capaz.